La bronquiolitis encuentra en el invierno el clima ideal para desarrollarse.
Conocer los síntomas de esta enfermedad respiratoria y saber cómo prevenirlos puede ayudar a disminuir los riesgos y evitar el contagio.



¿Qué es la bronquiolitis?
La bronquiolitis es una enfermedad común del tracto respiratorio, provocada por una infección que afecta las diminutas vías respiratorias denominadas "bronquiolos". Llega a los pulmones a medida que estas vías se inflaman, se hinchan y se llenan de mucosidad, por lo que resulta difícil respirar.
Los casos de bronquilitis suelen durar alrededor de 12 días pero los niños que presentan más gravedad, pueden continuar con tos durante semanas.

¿A quiénes afecta?
La bronquiolitis suele darse en los dos primeros años de vida, con una mayor incidencia entre los 3 y 6 meses. Afecta a bebés y niños pequeños, ya que sus bronquiolos se bloquean con mayor facilidad que la de los niños de mayor edad o adultos.
Si bien a menudo se trata de una enfermedad leve, algunos bebés están en riesgo de sufrir una afección más grave que requiera hospitalización.
Las condiciones que aumentan el riesgo de una infección severa incluyen: nacimiento prematuro, enfermedad pulmonar o cardíaca crónica previa, sistema inmunológico debilitado.
También la asistencia a guarderías y la exposición al humo del cigarrillo aumentan las probabilidades de que un bebé contraiga bronquiolitis.

Síntomas
Los primeros síntomas suelen ser iguales a los de un resfrío común: congestión, moqueo de nariz, tos leve y fiebre.
Estos síntomas, que duran uno a dos días, son seguidos de un agravamiento de la tos y la aparición de un sonido sibilante (silbidos agudos al exhalar).

¿Cuándo llamar al doctor?
Si el niño presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
· Respira rápido, en especial si esto va a compañado de retracciones (hundimiento del cuello y el tórax con cada respiración) o de silbidos.
· Rechaza el alimento. Tiene vómitos.
· Está más somnoliento que lo habitual o no puede dormir.
· Tiene mucha fiebre.
· Tiene una tos que empeora.
· Parece fatigado o sin energía.

¿Cómo se contagia?
Las infecciones que pueden provocar bronquiolitis son contagiosas.
Una persona infectada al estornudar, reírse o toser puede contagiar al esparcir por el aire los gérmenes en forma de pequeñas gotas de fluído, además, las mismas pueden quedar o depositarse sobre objetos que la persona haya tocado.

Prevención
· La mejor manera de evitar la diseminación del virus que provoca la bronquiolitis es lavarse las manos con frecuencia.
· También es útil mantener alejados a los bebés de las personas resfriadas o con tos.
· Evitar exponer a los niños al humo del cigarrillo, ya que un niño de un hogar donde se fuma tiene más probabilidades de contraer una bronquiolitis más severa.
· Para reducir la posibilidad de contagio, posponer el retorno del niño a la guardería hasta que se encuentre totalmente recuperado.

Tratamiento de la enfermedad
· Los antibióticos no son útiles para tratar la bronquiolitis porque ésta es causada por una infección viral y los mismos sólo son efectivos en las infecciones bacterianas.
· En algunos casos de bronquiolitis, se administran medicamentos (broncodilatadores, corticoides) para ayudar a abrir las vías respiratorias del niño.
· Junto a la medicación, también puede estar indicada la kinesioterapia respiratoria.
· El niño debe estar bien hidratado, para ello debe ofrecérsele líquido con mayor frecuencia de la habitual en pequeñas cantidades.
· También, puede ayudar colocar al niño con la espalda apenas levantada del colchón para reducir el esfuerzo respiratorio al dormir.

 

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